Es necesario provocar la mayor fluidez posible en los procesos asistenciales de los pacientes en las organizaciones sanitarias, gestionando la demanda asistencial de los pacientes en las organizaciones sanitarias y la capacidad de resolución de actividad.
Es necesario provocar la mayor fluidez posible en los procesos asistenciales de los pacientes en las organizaciones sanitarias, gestionando la demanda asistencial de los pacientes en las organizaciones sanitarias y la capacidad de resolución de actividad.
Para abordar este problema con alguna probabilidad de éxito, de poco sirve actuaciones aisladas en un momento del proceso asistencial, si no se tiene en cuenta las consecuencias en el resto del proceso asistencial
NO PUEDE HABER EFICIENCIA SI NO LA HAY ALINEAMIENTO ENTRE CADA PASO DEL PROCESO ASISTENCIAL
La prestación de servicios sanitarios, desde la gestión de la asistencia sanitaria, y a lo largo de todo el proceso de asistencia al enfermo, está segmentada en diferentes actores (residencias de la tercer edad o de otro tipo, atención primaria, rehabilitación, atención hospitalaria, salud pública, especializada (y dentro de ella especializades, pruebas diagnósticas, etc). A veces con competencias claras y otras que se superponen.
Asimismo, dentro de cada uno existe multitud de prestadores de diferente índole y con su propia organización e idiosincrasia: públicos, privados, concertados, etc. “Para más INRI”, dentro de cada uno de llos, existe una heterogeneidad organizativa y cultural.
El paciente transita indistintamente en su proceso asistencial por ellos, lo que dificulta enormemente una eficiente gestión de la enfermedad, máxime cuando la pandemia genera colas y esperas que dificultan ese tránsito